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martes, 4 de enero de 2011

A TODOS LOS QUE AMO

A vosotros, a todos los que amo,
alzo mis ojos calcinados de sol,
de belleza y palabras deslumbrantes,
en los que ahora se asoma la nada del abismo,
y mirais a otro lado
donde la luz radiante de la vida se posa.
Os miro con el ansia
de quien mira en el último momento
para grabar la luz en las cenizas,
y no me veis miraros.

¡Miradme, por favor!, porque la bestia
que devora con incontables dientes
de voraz cocodrilo
ya alcanza los enjambres alados del cerebro,
y no podré oponerle resistencia.

Me refiero a vosotros, los más míos,
cómplices de mis risas y mis sueños.
Os llamo con los nombres cifrados en la seda
del corazón en llamas, ay, del amor
que un día de plenitud y dicha nos tuvimos,
y no me respondéis, ensordecidos
por el clamor en fuga del presente.
Tiendo mi mano garfio, de náufrago que se hunde,
para asirme al sostén de vuestra mano,
y solo toco nada, helada sombra.
Inútilmente, os llamo con los labios
cuarteados por los besos que nos dimos,
sumergida de siglos en el silecio insomne
que me absorbe implacable,
en esta triste noche donde os pierdo con todo.

24 comentarios:

  1. Maga:
    Me dejas triste, muy triste y, sin embargo, tengo que decirte que el poema, maravilloso, quedará guardado en mi cofre del tesoro, pegado a la tapa para que siempre esté visible.
    Besitos, guapi.
    PD. Tengo que llamarte esta tarde.

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  2. Elvira, amiga y admirada poeta. Escribes tan bien que hasta me entristeces. Creo que todos los que amamos la vida debemos estar alegres de vivirla hasta el último momento. Si hay tristeza, disfrutemos también de la tristeza, que es un sentimiento único y genial. La tristeza ha sido el germen de maravillosas obras de arte, como lo es este bellísimo poema que nos ofreces con aire de despedida. No te preocupes, no pensamos separarnos tan pronto de ti. A veces pienso en despedidas, pero por el momentos no las necesitamos. Aquí nos seguiremos leyendo por los siglos de los siglos. Amén.

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  3. Estremecedor poema, Elvira. Bellísimo. Ese último verso me lo grabaría en la piel si no fuera porque no me gustan los tatuajes; pero grabado queda en lo más íntimo.
    Estas fiestas es lo que tienen, que nos hacen escribir cosas así. Aunque he de hacer un reproche: no, creo que miren (miremos) hacia otro lado.
    Bs

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  4. Yo no sé si me cuento entre los que amas, Elvira, pero sí sé que quiero ser cómplice de tus risas y tus sueños. Y que sólo puedo mirar para el lado donde tú estás porque es por ahí por donde sale el sol de la buena gente.

    Un poema magnífico como no podía ser de otra manera, viniendo de donde viene.

    Un abrazo enorme

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  5. Querida entre las queridas:

    Me duelen hoy tus versos más que nunca, como siempre traspasas y traladas hurgando en lo más profundo. Tiemblo y me emociono con esta anticipada despedida tan bella y tan dramática.

    La estrofa central es una imagen tan potente que asusta, y no quiero sentirla (ni siquiera poéticamente) cierta; te miraremos porque tu amor es correspondido, como dice Jose, y tú opondrás toda la resistencia, estoy segura.

    Te quiero.

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  6. No importa si estoy o no entre los que amas, yo si te quiero y eso me basta.
    Me gusta como escribes, me atrapa tu calidez, me enceguece la pasión que desatas, la conmoción que me produce lo que escribes, me genera una ansiedad que no creo pueda resolverse, pero fundamentalmente me hace sentir vivo, entonces ya sabes... no hay posibles despedidas, no sirvo para eso y muero con cada una de ellas.
    Así que esté o no, entre tus amores, te prohibo (¡detesto esa palabra!) sigas anunciando despedidas, aunque lo hagas de la forma más bella que uno pueda imaginarse.
    Tu incondicional admirador y amigo, te abraza con el alma y deja una parte de su corazón en este sitio.

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  7. Llevo toda la tarde leyéndote, emocionándome y vuelta a empaparme de tus versos..... Llegan tan dentro que duelen.

    un abrazo de los grandes

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  8. Querida Elvira,tú con tus palabras bellas
    nos abres horizontes, sigue manteniendo
    esa mirada sobre nosotros.

    Un gran poema.

    Un abrazo muy grande
    para este nuevo año,
    mi admirada poeta.

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  9. Querida Elvira, no quiero repetir lo que ya has leído en quienes me anteceden, pero tus versos me conmueven, se quedan retumbándome dentro con esa belleza melancólica y - por qué no - triste que tú logras darle a las palabras. Este se queda conmigo para cuando necesite emociones fuertes y poder desahogarme.
    Te mando un fuerte abrazo y muchos besos.
    Leo

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  10. Admirada Poeta, desde hace mucho tiempo leo su obra, pero me he siempre sentido incapaz de escribirle, sepa que este poema suyo me ha tocado el alma, he llorado mientras leía y esto me ha sucedido solamente con los grandes poetas.
    Gracias por cada emoción que me ha regalado con sus Poemas, lo debería escribir con todas las letras mayúsculas, porque mayúscula es la poesía que usted escribe.
    Le dejo toda mi admiración con un abrazo muy grande.
    Claudia.
    PD. Me gustaría incluir algunos poemas suyos en mi blog “Tocando almas”, si usted me autoriza.

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  11. Te envío un abrazo agradecido por estos poemas que nos regalas.
    Gracias.

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  12. "...os llamo con los labios cuarteados por los besos que nos dimos..."
    hermosos versos nocturnos, Elvira, tristes y al tiempo bulliciosos de vida,aunque dolorida pujante todaviá, pues siempre que quede memoria y escritura de aquellos besos nunca será inútil la llamada.
    Abrazos, Elvira

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  13. No sé si estaré entre los que llamas, quiero pensar que sí, porque alguien como tú tiene el mismo mundo en las entrañas.
    No tengas miedo, aquellos a los que se ama no se pierden.
    Magistral poema, un placer volver.
    Besos.

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  14. Me uno a las palabras de los que te conocen más que yo. He leído en tu blog muchas veces pero nunca he dicho nada porque había ya tantos comentarios que no sabía qué podía añadir yo.

    Siempre me he ido estremecida por la sensibilidad de tus poemas y hoy he sentido una emoción especial con este último.

    Acabo de pasar por un episodio de muerte súbita (afortunadamente estoy aquí) y aún recuerdo cuán solo se siente uno enfrentado al inicio de un camino que hay que recorrer en soledad.

    Solemos alejarnos de las cosas que nos asustan, no es falta de amor, es miedo. Yo encontré un árbol que florecía en mi interior y extendía sus ramas y me abrazaba.
    Y aprendí a vivir conmigo misma, rodeada de todos los demás.

    Hablo de mí porque no puedo hablar de tí, solo imaginar que entiendo lo que sientes.

    Un abrazo.

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  15. Hola querida Elvira, hacía un tiempo que no me pasaba por acá. Elegí un mal día, no sé.
    Me voy con una sensación ambivalente. Enormemente gratificado por la calidad de tus letras y terriblemente angustiado por su contenido. Imposible no conmoverse hasta la lagrima.
    Un beso enorme.

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  16. Duele hasta el delirio. Las hojas del tiempo siguen cayendo, desgranan versos, entierran sueños incompletos...
    Cuánta belleza insolente y triste pasea por entre nuestras playas Elvira.

    Un abrazo nada efímero.

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  17. ¿Por qué tenemos la idea de que lo bello ha de ir ineludiblemente asociado a lo bueno, a lo alegre?.
    Esta es la causa, a mi parecer, de la inmensa desazón que produce la lectura de este poema, tan hermoso y a la vez tan triste e injusto: paradoja que nos descoloca, y que cuesta trabajo digerir.

    Interpreto "A TODOS LOS QUE AMO" como la pesadilla que traduce ese temor terrible, ancestral, del subconsciente colectivo: El miedo a ser abandonados en nuestros últimos momentos por los seres que más hemos amado, -tanto que su luz dejó nuestros ojos calcinados- justo cuando su presencia a nuestro lado es lo único que deseamos, antes de que la bestia devore los enjambres del cerebro y ya no podamos reconocerlos.

    En el silencio insomne de la noche, nada puede ser más doloroso que el sueño invasivo de que nuestra llamada a los "más míos y cómplices de mi risas..." no va a ser respondida.

    Espero Elvira, que estas palabras con las que me atrevo a buscar un sentido a lo que has escrito hoy, no desvirtuen ni ensombrezcan las tuyas, que me han llegado a lo más profundo, con la fuerza del deseo de algo que nunca quisiera vivir.

    Un abrazo, gracias por tus "felicidades" y que sigas componiendo en 2011, como en 2010, poemas de tanto calado y tan magnificamente escritos. Á.

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  18. Desgarrador poema y a la vez certero y bellísimo.

    Un abrazo Elvira.

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  19. Elvira, ¿cómo agradecerte tu visita y tus palabras de hoy? Cómo expresarte el salto que dio mi corazón al abrir los ojos después de conciliar unas horas de sueño y encontrar tu comentario fresco y luminoso, como el agua misma? Y me dio un vuelco el corazón en el pecho no porque eres grande; sino porque siendo tan inmensa viniste a mí y dejaste en un día como hoy (precisamente hoy, que me desbordo en tristezas) la huella reparadora e inconmensurable de tu presencia y de tu verbo que acaricia y que infunde cálido aliento.

    Gracias.

    Gracias desde mi fibra más verdadera por esta deferencia tuya tan
    inesperada y tan inmerecida. Gracias por trascender las barreras tecnológicas que a veces se hacen infranqueables. Gracias por regalarme unos minutos de tu preciado tiempo. Gracias por conmoverte ante el amor que profeso por aquella que partió para siempre hace ya dos años. Gracias por amar a Cuba, la otra madre que me hace llorar en sueños como una Yocasta tirana sin la cual, sin embargo, no me concibo.

    Gracias, mujer, por ser como eres y por habernos regalado, además, todos esos poemas, entrevistas, artículos, novelas y escritos que te hacen próxima, entrañable y querida en los predios del más aquilatado periodismo y la más exigente literatura a nivel mundial.

    Perdona mi ausencia de último en tu página. Comienzo la semana próxima a tomar un curso de certificación para hacerme Consejero Personal. Este curso, que se extenderá hasta septiembre, requiere de lecturas y estudios psicológicos un tanto engorrosos. Esto me ha mantenido alejado de visitar bitácoras en los últimos dos meses.

    Aprovecho para dar públicamente las gracias a Leonel Licea Álvarez, nuestro querido Leo, compatriota y hermano mío de sueños, por facilitar y hacer posible esta visita tuya, tan especial y extraordinaria para mí.

    Te admiro y te quiero, Elvira, desde hace mucho. Hoy, simplemente, lo reafirmo de tú a tú.

    Perdona, una vez más, lo extenso y emotivo de este agradecimiento en un foro público, pero no encontré forma de hacértelo llegar por una vía más privada y no quise esperar para hacerte patente mi manera de sentir.

    Siempre te acompañen mi cariño y mis buenos deseos.

    Pedro

    P.D.: Sobre este poema tuyo, ya lo han dicho prácticamente todo mis predecesores: desgarrador, lacerante... Sírvate de consuelo, sin embargo, saber que en el silencio, en el insomnio, en la desesperación de atestiguar el rito abominable de "la bestia" que devora posibilidades, futuros y tiempos, tu poema se eleva como ardiente plegaria hasta el confín donde te escuchan y te acompañan todos aquellos que te quieren, te admiran y te sienten.

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  20. La garganta se me ha anudado. El corazón por un momento ha dejado de latir en el último suspiro como si todo cuanto hubiera amado se detuviera en un tiempo que duró casi lo mismo que ese último suspiro. Y de pronto mis pulmones se llenan de oxígeno y mi corazón bombea un suspiro más. Uno más para seguir amando siempre siempre en ese tiempo donde el presente no se fuga.
    Tengo ganas de volver a estrechar tus manos.
    Un beso.

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  21. Cómo no se puede responder a éste tu llamado aun habiendo ese clamor que puede ensordecernos, querida y admirada Elvira? Tus palabras son como el vino añejo en una botella, en la que no se pica su tapón de corcho en ningún presente ni futuro próximo.
    Besos

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  22. Elvira: Te he dejado un comentario a tu comentario en "casa por casa".

    Un abrazo Á.

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  23. Querida Elvira, También soy republicano, aunque ya no creo en las instituciones.
    De los Reyes me acostumbré a celebrar la forma olvidando el fondo porque a mis hijos les hacía ilusión.
    He tenido varios regalitos, ninguno comparable al hecho de que la lectura de mi relato te haya elevado una sonrisa. Sin duda, mi mejor regalo.
    Firmo Jorge V. por Uve como inicial de Vajñenko, mi apellido; pero no te preocupes tu puedes llamarme como te dé la gana, Que no las reales ganas.
    Un beso, poeta, cuídate.

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