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SED BIENVENIDOS.

viernes, 28 de enero de 2011

ATRACCIÓN

Ángel cautivador de largas alas,
desplegadas sobre el dios de tu cuerpo,
marfil duro ceñido al esqueleto.
Garras de grifo y dientes de leopardo,
piel ardiente y sedosa
tal la arena dorada del desierto,
y de sabia serpiente en la cintura.
Negra es tu mirada,
profunda e insondable cual lo es el abismo,
helada como la cima de una cordillera,
y tus ojos cartílagos de sepia.
Tu corazón...
¿Cómo es tu corazón?, si es que lo tienes.

miércoles, 19 de enero de 2011

RECUERDO PACIENTE

En los años primeros de la infancia
todo era sombrío; ante los ojos tengo
un charco de la calle que nunca se secaba.
Cual bandada de ángeles oscuros,
de una estética infame: las cabezas rapadas
y ellos desharrapados en sus jerseys de borra,
pasaban los chiquillos con sus latas de asa
y una sonrisa de éxtasis en sus caras de barro
para ir a comer al Auxilio Social.

¡Cómo les envidiaba aquel juego con premio
asegurado!, prohibido para mí.
Carmen me trajo un día un trocito de queso
amarillo y reseco, escondido en la manga
tal tesoro de la amistad eterna,
que a mí me supo a gloria.

Las mañanas tenían un velo desolado
que anunciaba a los bárbaros, que entraban
en el barrio con la pistola al cinto
y su ferocidad de dinosaurios.
A los niños que fuimos
todo nos fue imposible en los años aquellos:
las jirafas, los dioses, la alegría,
y mis ojos perdieron la inocencia.
Ojos sucios de horror acumulado
en las calles, las cárceles, las tapias,
de mirar a los muertos cara a cara.

miércoles, 12 de enero de 2011

VERSOS DE DOBLE FILO

Escribo con cuchillo -escondido en el puño,
en la inocente lengua, en la sesera-,
hurgando sin piedad en mis entrañas,
como el preso que graba, con la sangre
de sus venas abiertas como juncos,
su obsesión en los muros de la celda,
palabras deformadas que me explican.
Mi corazón conserva un nido de reptiles
que me liban la sangre y la ternura,
y me dejan exangüe, casi muerta.
Con su afilada punta recupero
los restos del naufragio que reflotan,
arranco a la memoria los jirones del miedo
que obstinado me llega de otro tiempo.
Para limpiar el pus de heridas no cerradas
dibujo diestros signos, tajos en carne viva,
no aptos para los ojos de mi niña;
versos de doble filo, igual que labios negros.
¡Qué dilema!, si escribo llora ella,
si no lo hago me muero,
porque ya sólo escribo para seguir viviendo.

martes, 4 de enero de 2011

A TODOS LOS QUE AMO

A vosotros, a todos los que amo,
alzo mis ojos calcinados de sol,
de belleza y palabras deslumbrantes,
en los que ahora se asoma la nada del abismo,
y mirais a otro lado
donde la luz radiante de la vida se posa.
Os miro con el ansia
de quien mira en el último momento
para grabar la luz en las cenizas,
y no me veis miraros.

¡Miradme, por favor!, porque la bestia
que devora con incontables dientes
de voraz cocodrilo
ya alcanza los enjambres alados del cerebro,
y no podré oponerle resistencia.

Me refiero a vosotros, los más míos,
cómplices de mis risas y mis sueños.
Os llamo con los nombres cifrados en la seda
del corazón en llamas, ay, del amor
que un día de plenitud y dicha nos tuvimos,
y no me respondéis, ensordecidos
por el clamor en fuga del presente.
Tiendo mi mano garfio, de náufrago que se hunde,
para asirme al sostén de vuestra mano,
y solo toco nada, helada sombra.
Inútilmente, os llamo con los labios
cuarteados por los besos que nos dimos,
sumergida de siglos en el silecio insomne
que me absorbe implacable,
en esta triste noche donde os pierdo con todo.