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viernes, 9 de julio de 2010

EL DIABLO

A menudo te hablo de mi hastío,

te vomito tu vino miserable,

tus mentiras, y me quejo de tus cobardías.

Déjame, en cambio, ahora decirte que te amo,

porque he visto al diablo y tengo miedo.



¡Oh, Dios, qué bello y dulce es el diablo!

En sus ojos, hermosos como lagos del Norte,

me he visto reflejada, cual un rayo de luna,

y he recuperado la inocencia

de radiante muchacha, abierta al viento

su blanca risa y su vestido blanco.



Sus manos me han mostrado la belleza de mi piel.

¡Ay, sus manos de ascuas y jacintos!,

que han dejado un incendio de avispas en mis venas

y una flor de libertad herida en mi costado.

En su risa indomable de campana,

donde relampaguea la luz del universo,

ha quedado atrapada mi alegría.



Mas sé que era el diablo, que quería

tentarme con sus oros de ángel libre

y arrancarte de mí, puñal experto

que tapona la sangre de mi herida,

borrarte como un número de tiza.

A ti, mi dueño de sedienta boca,

implacable señor de mis tinieblas,

mi dios pequeño pero cruel como Dios mismo.


(De "El don desapacible", cap.I, "Del amor y sus frutos amargos")

12 comentarios:

  1. Qué más da con mayúscula o con minúscula. Pequeño pero cruel. Hay quedan resumidos un par de milenios largos de historia.
    Un placer la lectura.

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  2. De nuevo tus palabras reposadas son claras, llenas de sentido y certeras.

    Un fuerte beso,

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  3. Bueno creo que esta poesía me vá a crear adicción...porque es pura inocencia y sabiduría de diosa.
    Extraña mezcla, que fascina.

    Me encanta...!!!

    Un abrazo Elvira Daudet

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  4. Inquietantemente bello, mi querida amiga, con esa belleza que tú sabes imprimir a cada verso y que atrapa desde el principio.

    Me recordó a esa realidad del infierno de Lope:

    "creer que el cielo en un infierno cabe;
    dar la vida y el alma a un desengaño,
    ¡esto es amor! quien lo probó lo sabe"

    Ay, que me gusta leerte.

    Besos, tropecientos.

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  5. Me encantó lo que escribiste, especialmente la imagen de la muchacha abierta al viento en toda su inocencia blanca y el incendio de avispas frente al puñal experto y el Dios cruel.
    Haces magia con las palabras.
    Saludos.

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  6. Si alguna vez me llamaran Diablo como lo haces con tu poesía Elvira, no podría que sentirme alagado de tanta pasión y deseo.
    Me ha encantado Elvira
    Un abrazo.
    Leo

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  7. Está escrito, a veces el diablo se viste de ángel de luz, y nos tienta, y cegados creemos estar en el paraíso...
    Bello poema, como no puede ser de otra manera viniendo de ti.
    ¿Sigues por Málaga?
    Un abrazo.

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  8. Y hoy acabé ese "Don...". Un torrente de poesía de la buena, Elvira. Inevitablemente, porque me lo piden ojos y cabeza, me pongo a releerlo.
    Bs

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  9. Maga:
    Leer, respirar en tu verso, volver a leer, pensar, guardar el poema...
    Me da igual que el d"D"iablo me entregara tus versos, sería bienvenido. Luego... ¡ya hablaría con é"E"l!
    Besitos, guapa.

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  10. querida Elvira: madrid languidece sin tu presencia. Regresa! Al Aurans

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  11. He llegado a este paraíso
    de palabras y con tu
    permiso seguiré
    paseándome por él.

    Un gran abrazo

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  12. No, no puedo conformarme con leerte una vez y contarte lo que siento, porque lo que siento al leerte, es la necesidad de volver a hacerlo y la imposibilidad de poder escribir cuánta verdad hay en ese diablo y en ese dios pequeño pero cruel como Dios mismo. Decir también que a veces lo difícil es dejarse tentar...
    Este poema encuadra a la perfección en ese gran libro "Del amor y sus frutos amargos"
    Es un placer poder aprender del fondo de tu poesía tanto como de la forma que toma. Como si las palabras se convirtieran en ángeles guardianes.
    Un beso caluroso

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