Gime el violín una tristeza antigua
de lágrimas doradas de resina,
y las adolescentes,
sentadas bajo el árbol de la melancolía,
enferman por las mieles no probadas.
Súbitamente envejecido, exhausto,
tras los excesos propios de un reinado,
abdica el rey invierno de su trono
de nardos y de armiño enmohecido.
Acudiendo a su oficio de puntillas,
mas siempre impetuosa,
surge la primavera y le despoja
de su manto gastado y su corona,
compartiendo su plenitud de yemas,
brotes verdes y trinos con los pobres.
Sopla esta primavera un fuerte viento
que golpea el tierno tercipelo
de los árboles, y aventa insumisión
sobre las avenidas y las plazas.
Un viento inesperado, procedente
de las hondas entrañas de los mansos,
hace trizas las leyes injustas como espadas,
la púrpura y los secos corazones.
Un viento redentor barre la usura,
y las cifras obscenas de los bancos
salen por las ventanas cual palomas felices
que llevan en el pico los bienes embargados
como ramas de olivo y esperanza.
jueves, 16 de junio de 2011
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Maravilloso, Elvira.
ResponderEliminarEsa segunda parte del poema es de sensación. Ojalá ese milagro tan esperado , pueda seguir barriendo injusticias.
Mil abrazos
Esta si que es una primavera como diós manda. Tanta crisis no podía sino ser superada por esta Prima. Los "gorriones" aún no quieren enterarse. Estan pia que te pia, y no parecen enterarse de que la estación ha cambiado. Tan ocupados están de adecentar su nuevo sitial..
ResponderEliminarAbrazos.
Que sople el viento es estupendo porque nos viene bien airearnos . Que siga soplando.
ResponderEliminarEsta es una primavera de baúl, una primavera de doblado, de desván, una primavera ya casi del todo olvidada.
ResponderEliminarSolo los brotes jóvenes que tanto tiempo permanecieron en silencio, han sabido romper la desesperanza de muchos y ha logrado aglutinar un buen ramillete de flores de espera, de esperanza verde.
Como la primavera.
Genial mi querida amiga Elvira.
Un abrazo enorme.
Mi querida Elvira, la primavera de Madrid que nos describes, es la primavera que sopla también por estos lares, espero que ese viento llegue también un poco más lejos, allá, en la otra parte del océano, donde viven un verano que dura y asfixia demasiado.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y mil besos agradecidos por este y por toda la maravilla que brota de tu pluma.
Leo
Mientras el mundo sea mundo habrá primavera, y mientras haya primavera habrá esperanza. Aunque a veces llega el otoño con las esperanzas rotas. Pero siempre esperaremos que tal vez la próxima el cielo se llene de palomas felices.
ResponderEliminarHay muchas maneras de contar las cosas, pero la tuya es única.
Un placer, como siempre.
realmente....una belleza.
ResponderEliminarY que siga soplando sin disolverse en disturbios amañados querida Elvira, esta primavera nos está sonriendo a tantos y removiendo por fin.
ResponderEliminarbelleza esas cifras transformadas en palomas
Besicos muchos para ti
Querida Elvira,
ResponderEliminarSi continuas escribiendo así, tan hermosos versos, acabaras transformándome en revolucionario de primavera, y abandonaré la neurona, de la historia y de la experiencia, en la verada del invierno, y que lluevan veranos de palomas felices y vientos inesperados.
Un beso.
Que belleza, Elvira, y que fortuna estos versos que solo pueden ser escritos desde la grandeza de la mejor poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si es que eres muy grande y muy poeta, que ese viento siga soplando y auspicie los cambios necesarios. El poema una maravilla.
ResponderEliminarBesos y besos.
En medio de tanta convulsión, leer tus versos sensibles, sensatos, ventosos... Me lleva al estado más puro que puedo sontener en esta viernesca mañana azul.
ResponderEliminarGran abrazo maestra
Magnífico poema que fluye armonioso y se desliza con suavidad desde lo sensitivo de los primeros versos hacia lo social y comprometido, con una maravillosa cadencia poética.
ResponderEliminarQue ese viento redentor nos sea propicio y podamos dejar a nuestros hijos un mundo mejor.
Un abrazo.
Salud y poesía.
eloy
Maravilloso poema para esta especial primavera que, esta vez, no sólo vistió de vida los árboles y las plantas, sino también de esperanza las plazas y el ánimo de todos los que deseamos que se avance hacia un mundo mejor. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminar¡Excelente mensaje Elvira! A los vientos primaverales que hacen que los árboles se balanceen con demasía. Pero llagarán más primaveras de esperanza, como dice tu frase final. Que así sea. Mil gracias por deleitarnos con tus letras. Un abrazo desde Galicia. MARINA.
ResponderEliminarDe todas la formas que había para contarlo,
ResponderEliminarhas acertado a crear la mejor.
Esta primavera en Madrid es parte de la historia y espero que origen de brotes nuevos y sanos.
Un abrazo grandote.
Querida Elvira: La primavera eterna va en tus manos, se sale en versos por tus dedos, nos llega con la frescura de la mañana.
ResponderEliminarComo dice Laura, esta es un primavera importante. Mañana estaremos en la calle para dar testimonio de que ya no queremos más inviernos apañados.
Te eché de menos, que lo sepas.
Un beso.
Mi querida Elvira, esta maravillosa primavera que describes, que ha traído vientos de cambio y ha despertado a la mejor juventud, está siendo miserablemente ignorada y silenciada por un lado y vilmente atacada y distorsionada por el otro. Ojalá resistan los brotes de ilusión entre tanta bazofia política, pero soy escéptica.
ResponderEliminarTu poema, grandioso.
Un abrazo, que te quiero.
Un poema precioso, lleno de esperanza, necesario. Gracias por estos versos Elvira, porque nos tocan el corazón y nos mueven las ganas de seguir.
ResponderEliminarMaría
Querida Elvira, me encanta la estrofa con la que unes ambas primaveras. El poema es una belleza, dices tanto en unas pocas líneas y además nos dejas el sabor de lágrimas de resina junto a ramas de olivo que han de eclosionar de algún modo. Tu lo haces con poesía. Quizá otros debieran leer en las plazas estos versos.
ResponderEliminarBesos, para ti, de admiración.
Hola Elvira, no nos conocemos pero conozco a tu hermano Jorge y familia y me han hablado mucho de ti compañeros de los encuentros poéticos. Vengo a visitarte y me ha fascinado tu poema. No se si irás al encuentro de Sigüenza, si es así me encantará conocerte.
ResponderEliminarDesde Valladolid, un abrazo.
Rocío
Maravillosa aportación a la primavera y a este mundo que ya no puede permanecer estático ante tanta injusticia.
ResponderEliminarEs forma tuya de contar forma una burbuja de esperanza cuando te leo. Me siento tan a gusto...
Un un placer y un privilegio haberte encontrado.
Mi admiración y mi cariño más cercano
Hola, Elvira:
ResponderEliminarEl verdadero milagro es tu poesía.
Abrazos.
Elvira, he querido ponerte varias veces comentarios y tengo problemas. Lo digo porque en el trabajo (en algún ratito de esos que quedan) me he intentado meter y no me deja hacer comentarios ahora. Desde hace unos cuantos días no sé qué pasa, pero creo que lo han "capado". El otro día copié lo que te intenté poner con respecto a este poema, así que lo pego aquí, ¿sí?
ResponderEliminarESTO ERA (Y ES):
¡Ole mi Elvira! ¿Cómo te las apañas tan bien para crear el clima en el poema? Lo creas de verdad, huele a primavera en tu poema, huele a cambios, huele.
¡Cómo me alegro de haberme cruzado en tu camino!
Un beso grandisimo.
Llevo meses leyendo y disfrutando de tu poesía, Elvira. Pero un sumo respeto y admiración me impedía comentarte. Hoy he vencido y aquí estoy.
ResponderEliminarEn esta maravillosa primavera que ya llega hasta el otoño.
Aunque, también, gran parte de mí se quedó en ese escaparate que nos devolvía una imagen distorsionada de nosotras mismas...
Besos admirados.