La mañana rescata, avariciosa,
sus principios de luz; el último lucero
se escondió tras la cúpula celeste
y ya se ha disipado tiritando.
El sol busca brillantes en el estercolero
con sus dedos larguísimos de nardo
y corona a un pelele la húmeda cabellera
de oros que no cotizan.
Entre los desperdicios
y los innobles plásticos chillones,
un muchacho naufraga entre temblores
en un lívido mar de blanca espuma
y glaciares remotos que le hielan la sangre,
troquelada de agujas infernales;
cárcel íntima y negra -donde entró voluntario-,
creada de borrones y delirios.
Mientras, en la abstinencia de su cuarto de pobre
con un espejo roto,
carcomido de no mirarla nunca,
su madre, color de harina y sin hombre,
sueña feliz, guiada por un ángel piadoso,
que le lleva al colegio de la mano
por un dulce sendero de jazmines,
donde cantan los mirlos el himno de la vida.
lunes, 25 de abril de 2011
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Querida Elvira,
ResponderEliminarYa no sé porqué me sorprendo con tu poesía pero lo sigo haciendo, tus versos se me clavan en la realidad que nos rodea y me llega toda esa desolación a pesar del sueño de jazmines repleto.
Un abrazo y montañas de besos
Que decirte, querida Elvira, que no te haya dicho en otras ocasiones, en tus versos nos reglas la vida con la belleza y nostalgia de quien vive y observa con la sensibilidad en la mirada. Gracias por regalarnos tus versos. El verdadero sueño es haber encontrado tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y todo mi cariño.
Leo
Que bien lo pintas, un instante estuve ahí… Un abrazo.
ResponderEliminarMi querida Elvira: te echaba ya de menos.
ResponderEliminarHoy me tomo el café frente a tu retrato, el del aracangel rubio, con su madre y con sus sueños. Me lo tomo también con ese glaciar que hiela, con esas "agujas" troqueladas.
¡Que manera de decir lo más terrible, amiga mía!. Es como nombrar el pais de "nunca jamás". Creo -y la experiencia me avala- que no ha faltado matiz en tu dibujo.
Gracias. Un beso.
La poesía también está en el estercolero y en un cuarto miserable. En los sentimientos que lastiman y en el oro que no se cotiza...
ResponderEliminarImpresionante,Elvira. Te admiro y te quiero.
Cuántos dramas parecidos, querida Elvira. Parece que el sueño de esa madre acompañándole al colegio le redime. Los versos finales tocan el cielo. Así los he sentido.
ResponderEliminarMil besos, muy terrenales, hoy.
Una realidad que se da cada día en la amanecida esperada y dolorosa. Una verdad que clama acción conjunta en su búsqueda de solución.
ResponderEliminarUn poema glorioso que duele y descubre nuestras miserias.
Saludos.
Querida poeta: me gusta cómo fusionas la luz y la oscuridad, la alegría y la tristeza. A los peleles de rubia cabellera hay que abandonarlos en el estercolero, a las madres tristes hay que regalarles nuestro ánimo y tratar de hacerlas felices, tarea en la que algún ángel piadoso podría ayudarnos. La vida es dramática, pero nosotros no podemos serlo. Sería demasiada la carga que nuestras pobres espaldas no deberían soportar. Un abrazo ab imo pectore.
ResponderEliminarEs, quizás, el peor de los naufragios y esa "madre, color de harina y sin hombre" que sueña con la vida como para ahuyentar la muerte, brutal. Impresionas siempre.
ResponderEliminarBesazo, poeta.
Tremendo poema, Elvira. Y tremenda tu maestría para envolver al lector y conducirlo a los sentimientos.
ResponderEliminarAl menos un ángel piadoso le acompaña en sus sueños para aliviarle ese dolor inmenso de madre.
Hermoso poema, como todos los que te leo.
Un abrazo.
No hay que ignorar la realidad, pero hay que trascenderla. Y con este poema, la realidad se impone con unos matices que llegan al corazón y al entendimiento.
ResponderEliminarUn poema magistral. Aprendemos.
Un abrazo, con admiración.
Me impresiona este poema duro, como "sangre troquelada", y al mismo tiempo capaz de transmitir imágenes de una gran belleza.
ResponderEliminarAdmirable, Elvira.
Un beso.
No es que el dolor y la angustia sean menos, en este envoltorio tan bello en que nos los muestras, sino que la belleza que la naturaleza nos regala, se torna cadavérica sonrisa, al contemplar la miseria que hemos fabricado.
ResponderEliminarTambién me lo pregunto, ¿qué sentido tiene la belleza ante la miseria humana originada por el propio ser humano?
Al menos nos quedan los sueños, aunque sean de ángeles
Querida Elvira
ResponderEliminarhagamos brillar ese rayo
de dedos de nardo
que ponga color
a ese espejo de madre
y escuchemos
el hermoso trino del mirlo.
Mil besos
Siempre que te leo, Elvira, duro poco en las letras y me voy lejos, muy lejos, al lugar que evocas, a la escena que tú describes en los versos... Eres increíble, preciosa.
ResponderEliminarGracias por transportarme, por compartir, por hacerme sentir en tus versos.
Te quiero.
....
Sintiéndolo un montón y con mucha rabia,porque me apetecía muchísimo, no podré ir a la presentación de tu libro el día 4; me resultará imposible.
Espero conseguir tu libro a tiempo de que no esté agotado y que puedas dedicármelo otro día.
Que vaya todo bien.
Mil besos.
Hace años, tuve en mis manos uno de sus libros, Orestes murió en La Habana. Hoy la casualidad se vuelve a presentar a modo de poesía. Como entonces quedo asombrado.
ResponderEliminarUn verdadero placer pasar por aquí. En cuanto al nuevo proyecto que pronto verá la luz, mi mejores deseos.
Un abrazo
Elvira:
ResponderEliminarYa te comenté que el 4 de mayo tengo una boda, que se casan dos buenos amigos y que, por razones de peso, disfrutaré como nunca.
Besitos.
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Al lector de este blog:
Se casan Don Verso con Doña Elvira (Maga) Daudet.
Querida Elvira, el dolor del mundo y la injusticia es el reflejo del egoísmo de una sociedad que avanza cada día más hacia lo superficial; de una sociedad que disfruta con las miserias más aberrantes, delante de un televisor… y mira de lado cuando una mínima conciencia le reclama…
ResponderEliminarSe me ha quedado un sabor agridulce con esta extraordinario poema, por su belleza y contenido.
Un placer leerte. Un abrazo que espera a ser dado pronto en directo.
El 4 nos vemos en la presentación. Seré el señor de 62 años que escucha emocionado al fondo...
ResponderEliminarUna belleza que me encuentro a la vuelta de unos días de descanso. Un poema que me pone ante los ojos la más dura realidad contada con las palabras más dulces. Un hermoso sueño el de la madre de harina. Otra maravilla de las que nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn gran abrazo que te daré en directo pasado mañana.
¡Ah! Y estoy muy triste y muy celosa porque ya no me visitas. ¡smuack!
El himno de la vida se refuerza siempre si tienes una infancia confirmada en la mano de una madre que te aferra en la tierra junto a los pilares más sólidos del amor. Después de éste hálito , la vida se lubrifica a seguir sembrando para las próximas primaveras.
ResponderEliminarUn saludiño
Hola, Elvira: asombroso dominio del lenguaje, memoria de la miseria, anhelo de la esperanza, precisa medida de cada palabra. Soñamos contigo, con ese sendero dulce de jazmines, con esos oros que no cotizan.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Un verdadero placer haber encontrado este rincón. Seguiré paseando por aquí, para recoger tus letras.
ResponderEliminarSaludos.
¡¡¡Ufff!!! qué descarnado y estremecedor. Esa parte de la vida y de las ciudades, tan cierta como lo es estar vivos (¿estar vivos es cierto?). Sobre todo me sobrecoge esa madre que sueña con que lleva a su niño de la mano, porque prefiere verlo así: niño, limpio, sano...
ResponderEliminarBueno, Elvira, pues ya me tienes aquí, y no pienso irme. Estar contigo ayer en Libertad 8 es de lo mejor que me ha pasado. Yo ya te sabía y te había escuchado, pero nunca habíamos conectado tan directamente. Tus palabras no las olvidaré jamás, viniendo de quien vienen. Gracias.
Mi blog es NARRAPOESÍA http://afernangomez.blogspot.com/ (tengo 2 blogs, uno para textos y otro para eventos, pero se pasa muy facilmente de uno al otro).
Un abrazo tan tierno como fuerte.
Unas imágenes que no dejan indiferente al que las lee. Eso es la poesía, que motive al lector.
ResponderEliminarSiempre se aprende pasando por aquí.
Buen fin de semana!!
"donde cantan los mirlos el himno de la vida"
ResponderEliminarBuenas noches! me ha encantado, sinceramente. Primera vez que entro y, espero poder seguir leyéndole. Intentar se intentará, palabrita.
Le diría que entrara por el mío, pero creo que su nivel está bastante algo, como para perder el tiempo.
Espero escriba algo pronto, muchos saludos!