No me hagas daño, amor, porque me duele
que seas tú, a quien amo como nadie amó nunca,
el que me parte el alma cada día,
sin que te apiade ver como me deja
el vino que conviertes en mi sangre.
Destrozada en el suelo,
como un plato de loza hecho pedazos,
sin dignidad ni luz en la mirada;
un montón de basura abandonada.
Fría como una muerta, que aún respira
con el fin de maldecir haber nacido un día
para albergar la pena incontenible
que tu presencia amada siempre deja.
(Del libro "Laberinto carnal")
viernes, 5 de noviembre de 2010
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Hay tantas personas cuya vida parece que tiene la única misión de sufrir por otros... A veces nos parecen existencias banales, perdidas; pero... ¿quién sabe?
ResponderEliminarHermoso poema, como siempre.
Un abrazo.
Cuánta desolación esn estos versos, Elvira. Tu amor/desamor qué punzante; y qué fértil a un tiempo.
ResponderEliminarNunca, nunca deja indiferente tu poesía. Tampoco tú, tú misma.
Bss
Hoy Elvira me impresionas y ni te imaginas cuanto...... hoy tus versos se colaron entre recuerdos tapados
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
Que suplica intensa, Elvira ,que desgarro del alma, y que intensidad entregas con estos versos. Los siento enterrados en cada fibra de mi cuerpo. Como siempre, me encantas con tu poesia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Leo
Esos amores que nos subyugan, nos hieren y nos quitan la vida son los que nos ahogan hasta despojarnos de nuestra dignidad. eso no es amor ni desamor: es agonía.
ResponderEliminarTus versos rezuman drama y desolación.
Un abrazo.
Estos versos me duelen, Elvira. Me duele ese No me hagas daño, amor, porque me duele
ResponderEliminarque seas tú, a quien amo como nadie amó nunca.
Tus versos son hermosos, como siempre, desgarrados y desgarradores. Pero yo me niego a aceptar que eso sea amor. Para amar es necesario amarse, y para amarse hay que romper con la situación tremenda que describes, tan frecuente por desgracia.
Un abrazo enorme con mi admiración.
Ese amor inextinguible, Elvira, amiga, ese corazón tuyo que se rompe cada vez que piensas en él, debe seguir latiendo, pero en el remanso de una paz personal que tú mereces. Escribe, sí, pero enseguida late con fuerza, descansa en una esperanza nueva a la que tienes derecho. Un cordial saludo.
ResponderEliminarLloran y sangran estos versos tuyos, Elvira. Estremecen y causan honda reflexión y melancolía a quien los lee. No puedo, sin embargo, sustraerme a la ironía que sugiere el título que los encabeza. Es tal vez el vehículo escogido por ti para mostrarnos el hiperdramatismo en que se convierten a menudo nuestras relaciones y nuestras vidas. Sea como fuere, el poema vuela, se posa y anida en los sentidos. Un fuerte abrazo y un beso. Te deseo un magnífico fin de semana.
ResponderEliminarTriste, muy triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Por qué, por qué?.
ResponderEliminarTanto sufrimiento por alguien que no lo merece duele, no sólo a quien lo escribe sino a los que llevados por tan excelente poema, nos sentimos identificados con la autora.
Lo siento, un saludo Á.
Por decir, diría, pero prefiero el silencio ante el contenido doloroso.
ResponderEliminarSobre el verso, como acostumbras, ¡grande!
Maga, enamorado de tu poesía.
Besitos.
Querida entre las queridas:
ResponderEliminarVersos de absoluto desamparo, que desnudan y sondean el dolor en la existencia encadenada al amor. Como siempre, a pesar de la tristeza (o por ella) la belleza es protagonista.
Llego ahora de Alicante con Andre, puedes imaginarte que estoy feliz.
Un besazo.
Imagino por el título que es una denuncia a una situación social que es algo más que preocupante... Otro beso.
ResponderEliminarDuelen los golpes. ¡Cóno no han de doler si la carne es débil! Pero duele más el alma por muy fuerte que ésta sea. Duele...
ResponderEliminarAsi es el amor, te sientes feliz cuando se comparte, o sientes morir cuando no va bien y se rompe, te queda precioso el poema.
ResponderEliminarun placer pasar por tu casa.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.